Dra. Esther Quintero

Esther Quintero, Doctora en Psicología Clínica, Conferenciante, Miembro del Master Speaker Circle, Autora y Podcaster. Se distingue por su enfoque innovador y dedicación a mejorar la vida de las personas. Complementa su capacitación profesional con certificaciones en Programación Neurolingüística y en Hipnosis Clínica. Capacitada en Risodinámika por la creadora de la estrategia, la Risoterapeuta y Entrenadora Cognitiva Erika Ruiz.

Su metodología de 6 clics guía a aquellos que buscan el desarrollo personal, ofreciendo estrategias para cultivar un enfoque estratégico y desarrollar el ingenio desde una perspectiva alegre, optimista y abierta al cambio.

En el ámbito empresarial, la Dra. Quintero ha colaborado con organizaciones, abordando aspectos esenciales que influyen en el rendimiento y bienestar de los equipos. Ha proporcionado soluciones efectivas en áreas críticas como concentración, productividad, manejo del tiempo, control del estrés, prevención del síndrome de burnout, y promoción de la salud emocional en el entorno laboral.

La Dra. Quintero, firme creyente en el poder del humor terapéutico, destaca por su enfoque único y pasión por el bienestar mental y emocional, consolidándola como una oradora excepcional en motivación y crecimiento personal. La Dra. Esther Quintero es la mente creativa y organizadora del exitoso proyecto 'Humor en su Punto', una iniciativa con la que celebra anualmente el Día Internacional del Humor y que complementa a través de su podcast del mismo nombre.

En su faceta como autora, ha dejado una huella significativa en el desarrollo personal y la autoayuda con obras destacadas como “Humor entre Teorías y Prácticas”, 'Paso a Paso” y “Captura el Enfoque: Rompe la rutina, reclama tu libertad, haz clic con tu vida y reirás... hasta solo”; este último reconocido como un Amazon Best Seller en la categoría de Desarrollo Personal y Autoayuda.

Conoce mi historia

¡Luz Verde!

En el año 1998, como estudiante practicante de psicología clínica, participaba de una reunión con mi supervisora. En la presentación y discusión de casos, ella me realiza la siguiente observación: “Usas el humor en la terapia”. Dado a la rigurosidad de la profesión, de primera intención pensé que era una observación a corregir. Realmente me preocupé y pensé: “Aquí viene mi llamado de atención”.  Para mi sorpresa, luego de mi tímido: “Sí”, su sugerencia fue: “Busca más información sobre el tema”. Para mí, esa recomendación fue una “luz verde” para no tan solo seguir haciendo uso del humor, sino que también lo haría desde la ciencia y desde bases terapéuticas. Esa búsqueda de información, me permitió conocer estrategias, investigaciones y la opinión de profesionales acerca de su uso. No obstante, no encontré en la literatura información sobre la opinión de quien recibe el servicio.  Ante esa interrogante, en el año 2003 realicé mi investigación de disertación doctoral titulada: “La opinión de los clientes sobre el uso del humor en los procesos terapéuticos”. Los resultados exponen que los participantes de la investigación prefieren el uso del humor en los procesos terapéuticos, favoreciendo las anécdotas jocosas y el humor que surge de forma natural y espontánea. Es así como desde el 1998 he dedicado parte de mi tiempo a estudiar el humor terapéutico y la risa.

El día en que perdí la sonrisa...

Llegó el día en que perdí mi sonrisa. ¿Cuándo? Lo di por hecho un 24 de diciembre en medio de una fiesta navideña. Mientras todos reían, cantaban y estaban alegres, yo me encontraba inquieta, agotada, mirando el celular revisando correos electrónicos y mensajes de textos; con esta única sensación de que “algo se me está escapando”, “algo no estoy haciendo bien”. Fue cuando confirmé que mi rutina, una rutina no saludable, me había borrado la sonrisa y a cambio, presentaba altos niveles de estrés que impedían relajarme y disfrutar la tradición navideña.

Con autoconsciencia, comencé un proceso de autoayuda, complementado con la ayuda y recomendaciones de expertos, hasta sentir que recuperé mi sonrisa y mi buen humor.  Y como cuando vives una experiencia, permaneces alerta a situaciones similares, comencé a identificar personas que se sentían agobiados, cansados, frustrados, con su sonrisa apagada o en su lugar, la famosa “sonrisa de payaso”.

Observé mi proceso y lo observé en otros.

Observé una característica en común: la falta de enfoque y dirección. Observé mi camino al bienestar y una de las principales estrategias fue participar en cursos de fotografía y hacer de ella mi “mantra”. Al notar la analogía entre la fotografía y la vida, opté por escribir y publicar el libro “Captura en Enfoque”. Sentí que no me podía quedar con todo lo que había descubierto.  Es así como presento la metodología de 6 pasos que desarrollé y con la que podía ayudar a las personas a encontrar dirección y sentido al lograr su enfoque en lo importante, desarrollar su ingenio en la búsqueda de soluciones y hacerlo desde una mentalidad y actitud alegre, optimista y con disposición al cambio. Es por ello que lo que comenzó con el humor terapéutico, se convierte ahora en tres valores que distinguen mis servicios: enfoque estratégico, ingenio y humor.